Pumori, la hija del Everest
domingo, 31 de octubre de 2010
EMPIEZA EL ATAQUE "Octava entrega"
10:27 |
Publicado por
pumorisangabriel |
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22 de Octubre
La mañana está despejada pero muy fría; el aire que respiramos al interior de las tiendas no sólo está condensado, también está congelado. Desayunamos juntos. Hay una cierta tensión en el interior de cada uno. Hoy empieza el ataque a la cumbre. Nadie lo dice pero nos ha invadido el temor a lo desconocido. Sempi y Ramiro definitivamente se quedan en el CB. La vez pasada, Sempi pasó una noche terrible en el CBA, con una congestión de las vías respiratorias, que le obligó a no seguir al C1. Por su lado, Ramiro bajó del C1 porque la altura le pasó factura por el tremendo esfuerzo realizado para montar el C1. Con mucha pena, pero sobre todo preocupados por la seguridad de cada integrante de la expedición, es mejor que Sempi y Ramiro se recuperen en el CB. Vale recordar que el CB esta a 5.300 m, es decir, a la altura de la cumbre del Iliniza Sur. A esta altura, recuperarse físicamente es una ilusión; el cuerpo sobre los 5.000 m ya no se recupera. Sin embargo, con nuestro organismo viviendo ya dos semanas sobre esta cota, el CB resulta, sin duda, una ayuda.
Ayer discutimos brevemente el plan a seguir, según el cual el grupo de apertura –Joshua, Ossy, Marco y Lucho Stacey– saldrán esta mañana (22) hasta el C1 a 6.200m. Al siguiente día (23), avanzarán por las cuerdas fijadas hasta colocar una tienda a 6.600m, pasarán una mala noche a esa altura y, al día siguiente (24), a las 04h00 partirán hacia la cumbre. Por otra parte, el grupo de abastecimiento –Mauricio, Mary, Peter y yo (Edú)– partiremos el 22 al CBA; el 23, al C1; el 24, subiremos al C2 con una segunda tienda, comida y combustible, pasaremos la mala noche y atacaremos a la cumbre. Pero todo esto depende de un detalle: suponemos que desde el último largo de cuerda fijada, sólo quedan uno o dos largos más de escalada técnica y lo siguiente es una rampa de nieve franca sin mayores problemas hasta la cumbre. Por si las cosas se complican, tenemos un plan b, pues parece difícil que los dos grupos alcanzen la cumbre y, como equipo, debemos asegurar que, al menos, Ossy y Joshua, los dos integrantes más fuertes realizen un ataque rápido a la cumbre. Pero nuestra esperanza es que las dificultades hayan terminado. Al menos por ahora, así parece.
Luego del desayuno esperamos a Tim, jefe de expedición del grupo de PeakFreaks, para que nos de una mano con cuerda para fijar y Sherpas para armar el C2. Esto será clave para tener éxito. Sin la fuerza de los famosos sherpas del Himalaya nuestra empresa se vuelve difícil. Se nos acaba el tiempo y necesitamos establecer el C2 para un ataque a la cumbre. Hemos visto a los sherpas trabajar por una semana bajo nosotros y se mueven a una velocidad impresionante en la altura. Por nuestra parte, nosotros hemos fijado cuerda en todos los tramos difíciles de la escalada, y en vista de que la expedición de PeakFreaks se beneficiará subiendo fácilmente por nuestras cuerdas en los tramos verticales de roca y hielo, nuestro plan es que nos den 80 m de cuerda y la ayuda de los sherpas para montar cuerda fija hasta el C2 y establecer nuestro campamento a 6.600m de altura. Las conversaciones con Tim son exitosas, accede a nuestros pedidos y nos entrega 60 m de cuerda y, al siguiente día de esta reunión, los sherpas alcanzarán a nuestro grupo de avanzada para trabajar conjuntamente con nosotros en el montaje de la ruta. Saber que los sherpas nos van a ayudar nos da nuevos ánimos. La cumbre está, al parecer, a un paso de nosotros.
El grupo de avanzada sale al C1 con nuevos bríos tras la reunión con la otra expedición. Nosotros, el grupo de abastecimiento, almorzamos y preparamos las mochilas para subir al CBA por la tarde. Continúa el día y el grupo de avanzada está montado sobre la rampa de nieve; los vemos avanzar sobre el mixto de roca y hielo y alcanzar la rampa de nieve que lleva al precario lomo sobre el que se encuentra el C1. Todo parece tan fácil de hacer en estas pocas líneas, pero han pasado varias horas de gran esfuerzo. Nuestro grupo avanza desde el CB, sobre las rocas de granito, hasta alcanzar la morrena; subimos por un arenal con rocas que se desmenuzan a cada paso que damos y dificultan la progresión; alcanzamos el inicio de la nieve y llegamos al CBA, nos metemos en las tiendas y empezamos las comunicaciones de radio con el C1 y con el CB. Básicamente todo se resume en algunas bromas por radio y en comunicarnos unos a otros que nos encontramos bien; sin contratiempos hemos cumplido todas las etapas del día 22. Como a una hora de haber llegado al CBA, dentro de las tiendas, escuchamos una voz de alerta de Peter (que se encuentra fuera) que nos indica que salgamos a ver lo que sucede: una avalancha de proporciones gigantes se desprende por la ruta normal del Pumori; la onda de expansión y la onda de nieve polvo nos deja pasmados y simplemente pensamos “que bueno que no fuimos por ahí”. Con esto termina el día. Hemos iniciado el ataque a la cumbre.
22 octubre, al C1
Poco he podido dormir pensando e imaginándome que mañana comenzamos el intento final de subida a la cumbre. Hemos acordado, la noche anterior, que Oswaldo, Joshua, Marco y yo saldremos al C1 como grupo de avanzada; al siguiente dia, intentaremos montar el C2; y, al tercer día, trataremos alcanzar la cumbre del Pumori. Mientras esto, otro grupo de 4 personas atacrá la cumbre desde el CBA con el mismo itinerario que nosotros: CBA, C1, C2 y cumbre.
A las 07h00 ya estamos listos, desayunados, y los despidos y abrazos entre todos, incluidos nuestros queridos sherpas y cocinero Baburam, hacen más humana la salida hacia el C1. Un momento de rezo, pasamos cada uno por el altar, recogemos un puñado de arroz y lo ofrecemos al cielo para nuestra protección, guía y compañía.
El camino ya es conocido, la misma morrena que hemos recorrido varios días durante los abastecimientos; pasamos por el CBA, nos calzamos crampones, dejamos un par de cosas y nos adentramos por el glaciar hacia la rampa que nos colocará sobre los pasos mixtos verticales. El sol ya pega sobre cabezas y manos, y vuelve cálida la ascensión. Nos preocupa no saber aún dónde plantaremos el C2. La escalada por las cuerdas fijas también ya la conocemos por cuanto días atrás montamos el C1. Así, el paso del colibrí lo pasamos con rapidez, pero igual de agitados por la altura. De pronto, Marco y yo nos encontramos con la mochila y depósito provisional de Peter, el cual había dejado, días atrás, durante el abastecimiento del C1. Su contenido es, entre otras cosas, una preciada botella de Coca Cola. Nos miramos con Marco y, sin decir mayor palabra, cada uno toma unos sorbos. La operación no tardó más de cinco minutos, pero nuestro cuerpo agradeció durante varias horas dicho asalto anunciado.
Tardamos unas tres horas más para llegar al C1. Todo estaba igual: la tarde quieta, luminosa, agradable. La disfruto a manos llenas, recorriendo la mirada por cada recoveco de estas montañas maravillosas. Pronto van llegando mis otros tres compañeros y nos acomodamos en las dos carpas montadas. Me quedo con Marco en una, y Oswaldo y Joshua ocupan la otra. Las operaciones normales de cocinar, ir al baño, abrigarse nos ocupan ahora, consientes de que, a cada lado, tenemos un abismo que llega al glaciar inferior, unos 600 m abajo.
Marco está molesto con su estómago, no quiere comer, pero trato de convencerle que necesita comer algo para recuperarse del trabajo de hoy y lo que nos toca mañana. Al menos toma un par de cucharadas, la suficiente agua caliente y se duerme.
Oswaldo me pide que prenda el radio para conversar del plan de mañana: nos alistaremos antes que amanezca para que, apenas tengamos sol, iniciar la marcha hacia el C2. Nos comunicamos con nuestros otros compañeros que ya están en el CBA, preparando su día de mañana para llegar al C1, mientras nosotros intentamos fijar cuerdas hacia el C2. En fin, me meto en la bolsa de dormir, tratando de calmar 100 pensamientos acumulados de 500 noches atrasadas.
La hora final.
Luego de dos días de tormenta, con fuertes nevadas, el tiempo empieza a mejorar nuevamente y tenemos una previsión de una ventana de cuatro o cinco días soleados. Ya han pasado los días disponibles para el ataque a la montaña y estos próximos días son los únicos que nos quedan para lograr la cumbre; hemos fjado un plan y armamos dos grupos, el primero formado por Ossy, Joshua, Marco y Lucho Stacey, subirán primeros hasta el C1 para ,al día siguiente, abrir vía y montar el C2 a 6.600 m. Esperamos que las dificultades bajen cuando salgan a la arista sur, sobre el C1. El segundo grupo, formado por Edú, Peter, Mary y yo ( Mauricio) saldrá el mismo día, en la tarde, para pasar la noche en el CBA y subir al C1, el siguiente día, con comida y combustible para los dos campamentos. Desde el C2, el grupo uno atacará la cumbre el 24 y, si todo va bien, el grupo dos atacará la cumbre el 25. Hay una buena noticia adicional, tendremos un refuerzo de dos sherpas que trabajan para Peakfreaks, en compensación a las cuerdas y el trabajo de montarlas en la vía. Hemos acordado que los sherpas abran vía y ayuden en el montaje del C2, así que, con este plan, nos lanzaremos mañana a la batalla final. Sempi y Ramiro permanecerán en el CB recuperándose y atentos al progreso de los grupos.
Luego del almuerzo, partimos hacia el CBA, siguiendo el camino que ya lo había recorrido en innumerables ocasiones, sólo que esta vez estaba cubierto de nieve. Ya en las tiendas, comemos, nos hidratamos y nos disponemos a pasar la noche a 5.650 m de la mejor forma posible. Cofirmamos por radio, con nuestros amigos de C1 y del CB, que todos estamos bien, y continuamos con el plan.
En la mañana el 23 oímos, por el radio, que las dificultades en la vía sobre el C1 son mayores que las anteriores. Conforme al plan, tomamos nuestras mochilas pesadas y nos ecaminamos hacia arriba; en la primera parte usamos las cuerdas instaladas por los sherpas porque, para ahorrar cuerda, acordamos dejar una sola línea en la rampa de nieve, aunque estaban bien en la primera parte, terminaban en el C1 de ellos y luego había que hacer una travesía bastante expuesta y dificil en la parte alta hasta llegar al inicio de los pasos de roca. Sin muchos contratiempos, en cuatro horas, llegamos al campo. Edú y yo nos instalamos en la tienda de arriba, y Mary y Peter, en la inferior. Como ya lo han mencionado, este campo es algo increíble y expuesto; hay que andar con crampones y asegurado porque, cuando abres las puertas de la tienda, no hay piso, sólo vació; estamos a 6.200 m en una afilada arista y, por ambos lados, paredes casi verticales. Una vez instalados, retomamos las comunicaciones con el grupo uno y para ellos el trabajo ha sido durísimo; salieron a la arista y, al contrario de lo esperado, la pendiente es todavía mayor y los pasos de escalada mixtos ED continúan, uno tras otro, sin ninguna repisa o descanso.
– Atento, atento, Ossy, ¿me copias?
– Qué fue, negrito, te copio
- ¿Cómo van las cosas?, ¿Qué tal los sherpas?
– Mal, están bajando por las mismas. Dicen que está very dificult; no quieren abrir nada y solo dejaron la cuerda; ya están bajando.
Luego de una hora llegan los dos sherpas al C1 y nos cuentan que era muy difícil para ellos y que no podían hacer nada. ¡Qué increíble! Nuestros amigos siguen progresando donde los sherpas se retiran. Han detectado una rimaya al pie del pilar rocoso, que llamamos tres, que podría alcanzar para instalar una tienda. A las cuatro de la tarde, toman la decisión de bajar un tramo y montan el C2 a 6.450 m, rellenando la rimaya.
Conversamos entre todos y estamos preocupados porque sentimos que la cumbre nos queda todavía muy lejos; sólo se han progresado 300 m en todo el día de trabajo y escalada, y solo nos queda un día mas; tenemos 200 m más de cuerda para fijar, pero ya se han instalado 1.100 m; queda también una cuerda que nos han pasado los Peak Freaks de 8 mm x 60 m para encordarse en el tramo final. Nos vamos a descansar un poco derrotados porque las posibilidades para mañana son mínimas. El grupo uno arrancará a las 04h00 hacia arriba y, a las 08h00, decidiremos qué hacer, esperando que las dificultades, luego de unos 100 m, bajen y por fin encuentre la pendiente nevada de fácil progresión hasta la cumbre.
A pesar de la altura, nos organizamos bien con el Edú. Pasamos una buena noche. Cada dos horas, más o menos, vemos la hora y la temperatura cada vez más baja en el interior de la tienda. Llega a -10º C y luego el reloj ya no detecta valores más bajos, así que suponemos que llega a unos -13º C. Me siento muy feliz de estar en este campo, en mitad de una pared en el Himalaya, y en compañía del hijo de mi gran amigo Papi Lucho, con quien había vivido hermosas expediciones, cumbres y peligros en nuestro lejano Altar.
Al amanecer, escuchamos en los radios que las dificultades siguen. Luego de cuatro horas de escalada, las cosas no se ven fáciles. Hay que jugarse la última carta. Decidido: sólo Joshua y Ossy seguirán solos, sin fijar cuerdas, a intentar la cumbre. Lucho y Maco empezarán el descenso, y nosotros esperaremos hasta medio día para ver el progreso.
Al seguir el avance por los radios, vemos que es muy difícil la progresión y que tenemos que trabajar por el equipo y la seguridad de todos. Acordamos desmontar el C1 y empezar todo el trabajo de desalojo y limpieza de la montaña. Nuestra labor es levantar todos los campos y descender todo hasta al CB. Ossy y Joshua se quedarán la noche en el C2.
Con un poco de nostalgia, empezamos con bastante cuidado a desmontar las tiendas y a meter todo en nuestras mochilas que ya revientan; al medio día, empezamos a rapelar hacia abajo y, en unas tres horas, estamos en el CBA, donde nos encontramos con Sempi y Ramiro que subieron a desmontar este campo. Con mucha expectativa seguimos los pasos de nuestros amigos hacia la cumbre. La tarde y noche se vienen pronto; el peso de mi mochila me desestabiliza mucho en los acarreos de grandes piedras flojas y me tengo que concentrar para no caerme. Cuando el sol se oculta atrás del Kala patar, baja mucho la temperatura, y Edú abre su radio a las 17h00.
– Hola Joshua y Ossy, ya les veo desde el CB, ¡están muy cerca de la cumbre!
– Gracias Edu, no estábamos seguros de qué tan lejos estábamos.
– ¡Adelante!, sigan, sigan, no les queda mucho.
A las 17h15, festejamos con gritos, abrazos y lágrimas la llegada de nuestros amigos a la cumbre y de nosotros al CB. Nos quedamos en vela, junto al radio, acompañándoles a nuestros amigos en el duro descenso que les toma hasta la media noche.
¡Misión cumplida! Qué satisfacción y emoción estar presente en este momento, en unión de los amigos, cumpliendo el sueño de conquistar el Pumori en el Himalaya y de superar todas las dificultades que, sin duda, fueron mucho mayores a las previstas, según la información disponible.
Es increíble ver cómo una idea que propuse al Grupo luego de casi un año se hace realidad. Ha valido la pena la planificación, el entrenamiento, los gastos y los esfuerzos que hemos tenido que realizar todos. Doy gracias a Dios y a nuestra Lolita que nos han acompañado; a todos los amigos y familias que nos han apoyado sin dudar. A mi mujercita, Tesoro, que también debería estar aquí, le mando un “te quiero mucho y te amo”, y un agradecimiento especial, por su compresión y apoyo incondicional, a estas aventuras. A mis queridos hijos, muchas gracias por su compresión y apoyo.
Mauricio
Nuestra parte del trato y la otra también
23 de octubre
El amanecer se acerca. Hace unos minutos sonó el despertador y empezamos a movernos; un poco de líquido caliente y saldremos de la tienda. En el C1 no hay mucho por hacer, la tarea es mucho más arriba, sobre las últimas cuerdas fijadas en los días anteriores. Hemos acordado con la expedición de Peak Freaks que uniremos fuerzas para montar el C2. Quedan algunos largos por resolverse. Nuestra cuerda amenaza con acabarse y todavía hay mucho terreno por recorrer. La idea es subir temprano, fijar hasta donde nuestra cuerda se termine, y luego ser relevados por los sherpas de la otra expedición. Jumareamos lo fijado y, enseguida, comenzamos a escalar y fijar al mismo tiempo. Al fin, salimos a la arista sur y descubrimos que el otro lado de la montaña es igual de empinado. Malas noticias. Pues nada, apretar y seguir. Los sherpas se acercan y tenemos que cumplir con nuestra parte del trato. Estamos a 6.300 m, cansados, pero contentos. Hemos cumplido. Fijamos lo acordado y los sherpas han llegado con más cuerda para completar los 200 m que faltan para llegar al C2.
“I don´t think the members of my expedition are able to climb until this point, It´s too dificult…so I prefer you continue leading, I can belay you”. Esas fueron las palabras que a esa altura y con la idea de haber terminado nuestra tarea, nos tocó escuchar con mi pana Ossy. La verdad, nuestros amigos sufrieron un encogimiento de esfínteres. Lo aéreo del asunto les pasaba factura y, por primera vez, los locales nos miraban con respeto. Para nosotros esto provovaba una mezcla de orgullo y decepción. Y como siempre, allá arriba, había dos opciones: resignarse a volver o coger las cuerdas que habían traído y seguir fijándolas para intentar llegar al C2. Lo segundo pudo más.
Dejo la mochila en una estación, desenrollo la cuerda y le pido al sherpa que me asegure. Ossy se encarga de limpiar las líneas inferiores de seguros intermedios para que el resto del equipo pueda subir.
Unos largos más arriba me encuentro con un diedro de roca, limpio de presas, con una fina capa de hielo en el vértice, de esas secciones que le dan la graduación a la ruta. Primer martillazo y un tercio de la capa de hielo se me viene sobre el casco. ¡Gracias casco! Sin embargo, si se rompe el resto no habrá cómo escalar esa parte; al menos yo no lo podría hacer con botas, crampones, sobre 6.000 m, en un terreno completamente vertical. Definitivamente, más vale que la fina capa de hielo no se rompa o la expedición termina aquí, entre otras cosas. Me preocupa un poco que mi asegurador tiemble más que yo y que se le haya escapado un grito cuando caigo unos metros en el segundo intento de escalar el paso. Por otro lado, la cuerda coreana que nos une no ayuda mucho a la sicología. Preferiría una verdadera cuerda de montaña en estas situaciones. Pero es lo que hay.
Tercer intento, los crampones sacan chispas en el granito limpio, el hielo suena vacío por dentro y la posición es de lo más precaria. Escalo un par de metros. Ya no hay vuelta atrás. Bueno, cayéndose lo habría, pero es muy doloroso. Veo la salida. Subo delicadamente. Quisiera golpear más fuerte con mi piolet pero, si se rompe la superficie de medio metro de ancho y como 20cm de espesor, todo se viene abajo. Al fin, alcanzo una fisura de roca en la salida del diedro, empotro el puño y me digo: se puede ir todo abajo, pero de aquí no me suelto. Un par de pasos más con mucha concentración y salgo a una plataforma. Como premio encuentro un cacho de roca sólido para asegurar y muchas clavijas abandonadas. ¡Lo logré! Suben los sherpas por la cuerda que les he fijado y definitivamente “no lo ven claro”. Me dicen que dejan el equipo transportado y que se bajan. ¡Hagan lo que quieran!, por no poner otra frase.
El Ossy ha subido hasta el último punto y encontramos un buen sitio para plantar la tienda. Son las cuatro de la tarde. Hay que descansar que mañana atacamos la cumbre. Algo se acerca.
Hasta el próximo largo. ¡Salud!
Joshua
24 Octubre
Y asi es como empieza no sabemos como termina
Tratando de ganar un poco mas de tiempo despertamos 3:00 AM y empezamos el ritual de alistarnos para el ataque a la cumbre Marco, Luis, Joshua y yo nos movemos con lentitud debido a la altura y a la falta de espacio en la única tienda que pudimos montar en el c II (6450m) los reverberos Reactor están haciendo agua a todo motor, y ya estamos vestidos y tratando de poner toe warmers en las botas antes de salit a ponernos arnes para poder movermos alrededor de la tienda, son las 4:30 y ya estamos conectados a la cuerda fija que pusimos el dia anterior, primero Johua luego yo, luis y marco empezamos a subir por las cuerdas fijas, un momento mas tarde se acaban y empezamos el trabajo hasta ahora conocido largo tras largo protegiendo y fijando para avanzar, la madrugada esta muy fría y empezamos a sentir un frio intenso mientras esperamos a que el primero asegure las cuerdas una hora después estamos helados y la peor parte la llevan nuestros pies, para los que usamos toe warmers la primera vez se hace imposible mover los dedos para recuperar sensibilidad, como extranio mis botas viejitas, ya esta empezando a aclarar y la esperanza de que el sol nos caliente esta cada vez mas cercana, seguimos luchando entre arista y contrafuertes verticales fijando cuerda coreana (cabo fortex) ya que la cuerda buena se acabo el dia anterior, y llegamos a una parte de la arista plana suficiente para que los cuatro podamos descanzar, son las 7:30 y tenemos dos grandes problemas, el primero el frio es tan intenso que los cuatro estamos masajeándonos los pies frenéticamente y no podemos recuperar sencivilidad ya el sol brilla en pleno y su calor es minimo, el segundo problema es que en tres horas solo hemos avanzado 150m y ya estamos cansados por fijar cuerda, el suenio de la cumbre cada vez esta mas lejano. En los días anteriores conversamos con el líder de una expedición internacional “peak Freaks” y nos dijo una vez que cruzen la arista principal todo se hace mas fácil y la montania se hecha y es mucho mas fácil moverse. No sabemos de que montania estaba hablando de seguro no el Pumori, con mirar el terreno que esta adelante nos damos cuenta que proteger cada largo es mandatorio, llega el tiempo de decidir luego de una corta conversación Luis y marco deciden regresar y bajar hasta el CI para ver que pasa, están con mucho frio y empiezan el descenso, Joshua y Yo continuamos con la idea de llegar lo mas alto posible hasta la una de la tarde, y empezamos uno de los días mas largos de mi vida como montanero, largo tras largo seguimos enfilando otra vez hacia la arista principal esta vez del otro lado del que veníamos trabajando las semanas anteriores, cuanto tengo de cuerda, fin de seguro, sube, se vuelve la única conversación en las radios Motorola y como autómatas seguimos para arriba, cada largo es delicado u necesita de protección, por fin 11:30 de la mañana llego al final de los largos y logro llegar a la arista donde esperaba encontrar un sitio para descanzar sin tener que estar colgado de mi línea de vida y poder ver como la montana cambiaba y ahora si se ponía mas fácil, desagradable fue mi sorpresa al llegar y encontrarme con una cornisa que colgaba precaria y no permitia asegurar ya que todo el hielo estaba podrido y la continuación de esta arista estaba aun mas empinada y expuesta que lo que habíamos pasado, estoy cansado y desmoralizado le comento al Joshua muy sutilmente no va mas, a lo que el responde un larguito mas y le pido que pase esta vez de primero ya que por los últimos 6 esperaba este sitio y mi cabeza no esta bien, seguimos un largo mas y escucho las temidas palabras ya nanin te toca, por lo menos ya he recuperado sensibilidad en los pies y estoy medianamente caliente en el resto del cuerpo, continuamos por unos largos mas y llegamos a estar en la misma posición que antes 5 largos mas para llegar a otra arista, pero esta vez ya no esperábamos nada, se acabaron las esperanzas de sitios para descanzar sin estar colgado y se acabaron las esperanzas de que sea mas fácil después de eso. Ya es la 1:15 y llegamos al final de la ultima arista estamos casi al 6800 m y podemos ver un cacho de roca que sabemos esta cerca de la cumbre, envalentonados con este descubrimiento abanzo por unas pendientes de hielo nieve de unos 75 grados protegiendo con estacas y tornillos, horas antes hize un calculo mental y tenemos 6 tornillos y 4 estacas no es suficiente para bajar, tendremos que usar avalacov y eso toma tiempo, ahora ese es un recuerdo bago ya que con esta pendiente se que alguno de los dos tendrá que desescalar, “ojala no sea yo”. Son las 3:30 de la tarde estamos a 6950m en una rimaya colapsada y un buen sitio para descanzar veo como mi compañero sube cada vez mas lento, lo que no veo es que yo estoy en igualdad de condiciones, llegamos a la rimaya y joshua me dice si no me recupero nos regresamos desde aquí, siento una paz interior saber que ya podemos regresar, y siento como mi corazón me traiciona y dijo un larguito mas, de donde salieron estas palabras hasta ahora es un misterio, pero mi pana me dice ok abre vos y le damos unos largos mas, 100 metros mas arriba a paso de cliente seguimos con la brújula en la arista cimera, no recuerdo que pasaba por mi mente, pero recuerdo muy claramente escuchar la vos de Edu en la radio diciendo panitas ya están en la arista cimera denle nomas ya están cerca y después el resto de is hermanos animandonos y cantando fue como tomar una paquete completo de geles de energuia con te caliente y como si algo se hubiese hecho mas fácil y llevadero, es el calor de la amistad y el trabajo de corazón abierto en Equipo, 7100m y ahora vemos ante nosotros que la arista por fin pasa a ser un manto de nieve y es plano tal vez a eso se referían los últimos 15 min son casi planos jejejejejej. Pero no fáciles hay una grieta giganteszca 15 metros antes de la cumbre y la Lolita nos tenia el único puente para cruzarla, asi que sin mas son las 5:15 de la tarde el sol esta espectacular, grito el nombre de mi esposa y empiezo a llorar sin parar, caigo de rodillay y Joshua llega a mi lado y empiezo a llorar de nuevo nos abrazamos y tácitamente sabemos que la mitad esta hecha, la mitad fácil.
Un par de fotos una mirada para ver como el sol desaparece y la noche se acerca, 7 min después de pisar la cumbre del Pumori empezamos el descenso comunicamos por radio la llegada y no tenemos respuesta posiblemente por que estamos demasiado altos y no hay línea de vista 7165m, cruzamos la grieta y empezamos los rapeles de bajada, estoy un poco mejor que Joshua y eso sella mi destino, el rapela y yo desescalo “ya nada, es lo que hay” nos movemos con mucha rapidez y llegamos a la rimaya de 6950m donde ya hay oscuridad total, empiezo a calentar agua en el rebervero que llevamos y Joshua empieza a cambiarse de medias y calentar los pies para recuperar calor y fuerzas antes de empezar la lavor nuevamente pasan unos 30 minutos y con las nuevas armaduras para la noche pedimos por la radio a nuestros amigos orar juntos para descender hasta el CII. Desescalo por unos tres o cuatro largos mas, y noto como rápidamente mi situación es precaria en el ultimo largo es tiempo de rapelar los doas ya que la pendiente y el hielo son muy peligrosos para desescalar. Mis temores ahora están mas presentes que nunca, hay pasado casi 35 minutos desde que Joshua trata de hacer un avalacov y no puede ya que el hielo es poroso y de muy mala calidad, saco nuevamente mis cuentas 6 tornillos y 4 estacas, no es suficiente para llegar al CII mi mente empieza a acariciar la posibilidad de un vivac de emergencia, con un nuevo dia las cosas lucirán mejor, salgo de esta loca idea cuando empiezo a temblar y no siento nuevamente los pies, han pasado 40 minutos y Joshua me asegura con una estaca y empiezo a moverme, llego junto a el y noto que esta igual que yo con mucho frio y muy preocupado por sus pies, la idea del vivac se abandona de inmediato tenemos que bajar al CII como sea o no dejar de movernos para no tener consecuencias que lamentar, hemos comido y bebido todo el dia y somos muy prolijos en cuidarnos, pero ya estamos 17 horas trabajando y el cansancio pasa factura, desescalo un largo mas con mucho cuidado y empiezan a funcionar los avalacov solo alcanzo a agradecer y seguir bajando, los rapeles son largos solo 30 metros cada uno u muchos en diagonal, Joshua siempre rapelando primero y yo de ultimo recoguiendo cuerdas un acuerdo tacito entre amigos del alma, cada rapell sin saber que seguro usamos para el siguiente se queda la primera estaca y los primeros tornillos, las cuentas suguen sin cuadrar, empezamos una búsqueda y reciclaje de todo lo que hay en nuestro camino, estacas usadas incluso un piolet viejo que usamos para uno de los rapelles, y recuerdo las palabras de mi mujer, mi cuerpo puede agunatar lo que sea por 10 minutos, y asi divido las horas en periodos de 10 minutos y entre periodo y periodo me quejo y tiemblo del frio, y empieza el circulo nuevamente, llegamos a las cuerdas fijas y la euforia y adrenalina fluyen para ayudarnos no se como cuadraron las cuentas, nos sobra una estaca y esa es para colgarla en la pared de mi casa que feliz estoy el CII esta a 5 rapelles y todo esta fijo, son las 1:30 de la mañana y una visión angelical me recibe en el CII nuestra amiga Mary nos tiene te caliente y comida lista, Joshua ya esta calentando los pies y estamos a salvo, avisamos al CB que llegamos y en menos de 45 min estamos sumidos en un profundo solo interrumpido por calambres en musculos que no sabia existían. Eso es panitas y asi termina uno de los días mas hermosos de mi vida que fue culminado con una bella cumbre y un sentimiento que pocas personas experimentan, el de estar cuidado por un grupo de hermanos que con cada detalle hicieron posible esta aventura de vida, gracias a ellos de todo corazón “ eso el lo que hay y se agradece de corazón”.
Ossy
25 de Octubre bajando al CB
Descanzamos unas horas y empezamos a movernos esta vez con sol salimos del CII a las 9:00 am y pensamos estar llenos de energuias, grave error tres rapelles después de empezar con las mochilas pesadas llenas de pertrechos del CII nos damos cuenta que estamos exaustos y cada rappel es como un tormento al cuerpo ya agotado, solo paramos en el CI por unos momentos para darnos cuenta el trabajaso de nuestros amigos el dia enterior en desarmar estos campamentos en nuestra retirada, hora tras hora se suman y bajamos al ABC, un momento mas para respirar y por radio nos informan que hay dos personas que están subiendo para ayudar con nuestras mochilas de bajada, grata noticia y aun mas grato ver a Edu y un Sherpa pocos minutos después que nos sonreían y abrazaban para después cargar nuestras pesadas mochilas, 2:30 de la tarde reencuentro con todos los miembros de la expedición y nuestros cocineros, lo hemos logrado estamos en el CB, un suculento almuerzo y no me acuerdo mas……
Pocas veces en mi carrera montanera estado tan cansado y tan feliz de no tener que usar arnes mas, ha sido una de las escaladas mas exigentes de mi carrera montanera asi como la mas gratificante por muchos factores que los comentare en las reuniones de nuestro club. Gracias a todos ustedes que suguen nuestro blog y nos permiten compartir estas experiencias. Un Abrazo a todos.
ossy
Dia 26 Dejamos el campo Base. No puedo creer que han pasado casi 4 semanas en el Campo Base, a 5300mts y ahora que empezabamos a acostumbrarnos a la sazon nepali de nuestro cocinero Baburam, desmontamos todo rapidamente y tenemos una sola idea programada en la cabeza... Bajar, bajar, bajar. Levantamos el campamento, preparamos las mochilas y equipajes y a la voz de "vamos vagos" cruzamos el campo de piedras, remontamos la arista, y en menos de 30 minutos estamos de regreso a Gorak Shep. Asi como nos acostumbramos a la sazon de Baburam, nos acostumbramos a despertarnos con el espectaculo del Everest, Lhotse, Nuptse. Ahora lo vamos dejando todo atras, de cuando en cuando regresamos a ver para tomar una ultima foto del Pumori, la ultima foto del Nuptse, pero caminamos muy rapido y sin tregua. Primero porque el frio es muy intenso, y segundo porque nuestra jornada hasta pheriche promete de 5 a 6 horas de caminata intensa. El terreno sobre el que caminamos cambia rapidamente bajo nuestros pasos: primero morrena, luego piedras y mas piedras, depronto pisamos sobre algo parecido a un paramo, pero desertico, a todo esto el frio muerde, si en el campo base facilmente llegabamos a 4 bajo cero, pareceria que hoy hace mucho mas frio, debe ser el viento que nos parte los labios y nos enfria las manos. Rapidamente alcanzamos Lobuche, pero todas esas paradas que hicimos a la subida para tomar te, para hidratarnos, para comer algo, las pasamos de largo. Pues tenemos una sola idea programada en la cabeza... Bajar, bajar, bajar. Empezamos a cruzar de nuevo puentes y rios, los muslos duelen un poco por la bajada y conforme seguimos bajando va aumentando el numero de turistas. Ya nos habiamos olvidado que hay muchas personas caminando por estos parajes, la comercializacion de los trekkings hace nuevamente su aparicion y estamos rodeados de extrangeros que suben o bajan por los caminos que conectan pueblos y montanas. El clima se sigue enfriando y el paisaje se va nublando. Pero nuestros pulmones tambien se estan fortaleciendo. Luego de una larga jornada llegamos a Pheriche, descendemos de 5300mts del campo base a 4200mts en 6 horas. Hay te caliente, cama y cobijas luego de casi 4 semanas. Luego de instalarnos, ordenamos la cena y una botella de Whisky, ahora si con vaso y licor en las manos dejamos atras el campo base y todos juntos apuramos un trago largamente esperado. SALUD! CUMBRE EN EL PUMORI!
EDU
Larga jornada a Namche Bazar
27 octubre
Engañados por el intenso frío de la llegada a Pheriche, esa noche para la cena muchos de nosotros bajamos lo suficientemente arropados como para ser objeto de burla, el comedor del Himalayan lodge tenía una estufa que sofocaba el ambiente literalmente.
Es muy raro e incluso intolerable a ratos la compañía humana luego de tantos hermitaños, soportando frío, sol y viento en el campo base. Sin embargo es al mismo tiempo divertido ver en uno mismo ese proceso de principio a final, cuando se mira distante a otros grupos que recién están comenzando su viaje.
Llegábamos la tarde anterior a este sitio con cero y un grado bajo cero, que con la brisa vespertina y la velocidad de la caminata quizá bajaba algo más, primera noche bajo los 5000m, qué descanso la cabeza no duele más y los pulmones comienzan a recoger todo el aire posible, estamos a 4200m y comenzamos a recuperar fuerzas, el descanso es mejor y los chistes animan mucho al grupo.
Desayunamos y emprendemos camino a Namche Bazar, larga jornada que pasa por los poblados de Pangboche donde pasamos una noche a la subida y también por el recordado monasterio de Tengboche donde tuvieron su ceremonia de compromiso Lore y Edú.
Dejar atrás cada metro en la subida no solo es regresar lentamente a la realidad, pensar en las familias, los amigos y la vida cotidiana en Quito, es también procesar cada momento vivido, esperanza, sueño, intención y risa compartida… también cada ronquido y tos escuchada. La memora temporal es gigante y a veces se recuerda cada paso dado en la subida y hasta los sitios de descanso con sus recuerdos y chistes del momento.
Para este día hemos decidido no detenernos en algún tea house y seguir el camino a paso propio, detenernos donde nos agarre el hambre y lo hacemos en dos grupos, justo antes de llegar a Tengboche encuentro a Edú, Lucho y Sempi para picar algún resto de comida de marcha de la expedición, ya no tenemos agua pero enseguida habrá algún riachuelo donde rellenar las cantimploras, pasamos así casi una hora de pic-nic y seguimos el trayecto, comienza a caer la tarde y todavía falta bastante camino por recorrer, soy el último del grupo ya oscurece, hago una parada para tomar algo de agua, un chocolate y cambiar el gorro de sol por el de frìo y sacar la linterna, los últimos minutos antes de entrar a la hondonada de Namche la uso para ubicarme y llegar al nuevo lodge donde me esperan todos para la merienda, fue la última vista del Everest y la Cordillera del Himalaya en pleno, casi 8 horas de un largo recorrido, cansados pero felices comemos y nos reimos de otra dura jornada de la Expedición, pero ahora ya en pleno regreso.
RG
28 de Octubre
La mañana está despejada pero muy fría; el aire que respiramos al interior de las tiendas no sólo está condensado, también está congelado. Desayunamos juntos. Hay una cierta tensión en el interior de cada uno. Hoy empieza el ataque a la cumbre. Nadie lo dice pero nos ha invadido el temor a lo desconocido. Sempi y Ramiro definitivamente se quedan en el CB. La vez pasada, Sempi pasó una noche terrible en el CBA, con una congestión de las vías respiratorias, que le obligó a no seguir al C1. Por su lado, Ramiro bajó del C1 porque la altura le pasó factura por el tremendo esfuerzo realizado para montar el C1. Con mucha pena, pero sobre todo preocupados por la seguridad de cada integrante de la expedición, es mejor que Sempi y Ramiro se recuperen en el CB. Vale recordar que el CB esta a 5.300 m, es decir, a la altura de la cumbre del Iliniza Sur. A esta altura, recuperarse físicamente es una ilusión; el cuerpo sobre los 5.000 m ya no se recupera. Sin embargo, con nuestro organismo viviendo ya dos semanas sobre esta cota, el CB resulta, sin duda, una ayuda.
Ayer discutimos brevemente el plan a seguir, según el cual el grupo de apertura –Joshua, Ossy, Marco y Lucho Stacey– saldrán esta mañana (22) hasta el C1 a 6.200m. Al siguiente día (23), avanzarán por las cuerdas fijadas hasta colocar una tienda a 6.600m, pasarán una mala noche a esa altura y, al día siguiente (24), a las 04h00 partirán hacia la cumbre. Por otra parte, el grupo de abastecimiento –Mauricio, Mary, Peter y yo (Edú)– partiremos el 22 al CBA; el 23, al C1; el 24, subiremos al C2 con una segunda tienda, comida y combustible, pasaremos la mala noche y atacaremos a la cumbre. Pero todo esto depende de un detalle: suponemos que desde el último largo de cuerda fijada, sólo quedan uno o dos largos más de escalada técnica y lo siguiente es una rampa de nieve franca sin mayores problemas hasta la cumbre. Por si las cosas se complican, tenemos un plan b, pues parece difícil que los dos grupos alcanzen la cumbre y, como equipo, debemos asegurar que, al menos, Ossy y Joshua, los dos integrantes más fuertes realizen un ataque rápido a la cumbre. Pero nuestra esperanza es que las dificultades hayan terminado. Al menos por ahora, así parece.
Luego del desayuno esperamos a Tim, jefe de expedición del grupo de PeakFreaks, para que nos de una mano con cuerda para fijar y Sherpas para armar el C2. Esto será clave para tener éxito. Sin la fuerza de los famosos sherpas del Himalaya nuestra empresa se vuelve difícil. Se nos acaba el tiempo y necesitamos establecer el C2 para un ataque a la cumbre. Hemos visto a los sherpas trabajar por una semana bajo nosotros y se mueven a una velocidad impresionante en la altura. Por nuestra parte, nosotros hemos fijado cuerda en todos los tramos difíciles de la escalada, y en vista de que la expedición de PeakFreaks se beneficiará subiendo fácilmente por nuestras cuerdas en los tramos verticales de roca y hielo, nuestro plan es que nos den 80 m de cuerda y la ayuda de los sherpas para montar cuerda fija hasta el C2 y establecer nuestro campamento a 6.600m de altura. Las conversaciones con Tim son exitosas, accede a nuestros pedidos y nos entrega 60 m de cuerda y, al siguiente día de esta reunión, los sherpas alcanzarán a nuestro grupo de avanzada para trabajar conjuntamente con nosotros en el montaje de la ruta. Saber que los sherpas nos van a ayudar nos da nuevos ánimos. La cumbre está, al parecer, a un paso de nosotros.
El grupo de avanzada sale al C1 con nuevos bríos tras la reunión con la otra expedición. Nosotros, el grupo de abastecimiento, almorzamos y preparamos las mochilas para subir al CBA por la tarde. Continúa el día y el grupo de avanzada está montado sobre la rampa de nieve; los vemos avanzar sobre el mixto de roca y hielo y alcanzar la rampa de nieve que lleva al precario lomo sobre el que se encuentra el C1. Todo parece tan fácil de hacer en estas pocas líneas, pero han pasado varias horas de gran esfuerzo. Nuestro grupo avanza desde el CB, sobre las rocas de granito, hasta alcanzar la morrena; subimos por un arenal con rocas que se desmenuzan a cada paso que damos y dificultan la progresión; alcanzamos el inicio de la nieve y llegamos al CBA, nos metemos en las tiendas y empezamos las comunicaciones de radio con el C1 y con el CB. Básicamente todo se resume en algunas bromas por radio y en comunicarnos unos a otros que nos encontramos bien; sin contratiempos hemos cumplido todas las etapas del día 22. Como a una hora de haber llegado al CBA, dentro de las tiendas, escuchamos una voz de alerta de Peter (que se encuentra fuera) que nos indica que salgamos a ver lo que sucede: una avalancha de proporciones gigantes se desprende por la ruta normal del Pumori; la onda de expansión y la onda de nieve polvo nos deja pasmados y simplemente pensamos “que bueno que no fuimos por ahí”. Con esto termina el día. Hemos iniciado el ataque a la cumbre.
22 octubre, al C1
Poco he podido dormir pensando e imaginándome que mañana comenzamos el intento final de subida a la cumbre. Hemos acordado, la noche anterior, que Oswaldo, Joshua, Marco y yo saldremos al C1 como grupo de avanzada; al siguiente dia, intentaremos montar el C2; y, al tercer día, trataremos alcanzar la cumbre del Pumori. Mientras esto, otro grupo de 4 personas atacrá la cumbre desde el CBA con el mismo itinerario que nosotros: CBA, C1, C2 y cumbre.
A las 07h00 ya estamos listos, desayunados, y los despidos y abrazos entre todos, incluidos nuestros queridos sherpas y cocinero Baburam, hacen más humana la salida hacia el C1. Un momento de rezo, pasamos cada uno por el altar, recogemos un puñado de arroz y lo ofrecemos al cielo para nuestra protección, guía y compañía.
El camino ya es conocido, la misma morrena que hemos recorrido varios días durante los abastecimientos; pasamos por el CBA, nos calzamos crampones, dejamos un par de cosas y nos adentramos por el glaciar hacia la rampa que nos colocará sobre los pasos mixtos verticales. El sol ya pega sobre cabezas y manos, y vuelve cálida la ascensión. Nos preocupa no saber aún dónde plantaremos el C2. La escalada por las cuerdas fijas también ya la conocemos por cuanto días atrás montamos el C1. Así, el paso del colibrí lo pasamos con rapidez, pero igual de agitados por la altura. De pronto, Marco y yo nos encontramos con la mochila y depósito provisional de Peter, el cual había dejado, días atrás, durante el abastecimiento del C1. Su contenido es, entre otras cosas, una preciada botella de Coca Cola. Nos miramos con Marco y, sin decir mayor palabra, cada uno toma unos sorbos. La operación no tardó más de cinco minutos, pero nuestro cuerpo agradeció durante varias horas dicho asalto anunciado.
Tardamos unas tres horas más para llegar al C1. Todo estaba igual: la tarde quieta, luminosa, agradable. La disfruto a manos llenas, recorriendo la mirada por cada recoveco de estas montañas maravillosas. Pronto van llegando mis otros tres compañeros y nos acomodamos en las dos carpas montadas. Me quedo con Marco en una, y Oswaldo y Joshua ocupan la otra. Las operaciones normales de cocinar, ir al baño, abrigarse nos ocupan ahora, consientes de que, a cada lado, tenemos un abismo que llega al glaciar inferior, unos 600 m abajo.
Marco está molesto con su estómago, no quiere comer, pero trato de convencerle que necesita comer algo para recuperarse del trabajo de hoy y lo que nos toca mañana. Al menos toma un par de cucharadas, la suficiente agua caliente y se duerme.
Oswaldo me pide que prenda el radio para conversar del plan de mañana: nos alistaremos antes que amanezca para que, apenas tengamos sol, iniciar la marcha hacia el C2. Nos comunicamos con nuestros otros compañeros que ya están en el CBA, preparando su día de mañana para llegar al C1, mientras nosotros intentamos fijar cuerdas hacia el C2. En fin, me meto en la bolsa de dormir, tratando de calmar 100 pensamientos acumulados de 500 noches atrasadas.
La hora final.
Luego de dos días de tormenta, con fuertes nevadas, el tiempo empieza a mejorar nuevamente y tenemos una previsión de una ventana de cuatro o cinco días soleados. Ya han pasado los días disponibles para el ataque a la montaña y estos próximos días son los únicos que nos quedan para lograr la cumbre; hemos fjado un plan y armamos dos grupos, el primero formado por Ossy, Joshua, Marco y Lucho Stacey, subirán primeros hasta el C1 para ,al día siguiente, abrir vía y montar el C2 a 6.600 m. Esperamos que las dificultades bajen cuando salgan a la arista sur, sobre el C1. El segundo grupo, formado por Edú, Peter, Mary y yo ( Mauricio) saldrá el mismo día, en la tarde, para pasar la noche en el CBA y subir al C1, el siguiente día, con comida y combustible para los dos campamentos. Desde el C2, el grupo uno atacará la cumbre el 24 y, si todo va bien, el grupo dos atacará la cumbre el 25. Hay una buena noticia adicional, tendremos un refuerzo de dos sherpas que trabajan para Peakfreaks, en compensación a las cuerdas y el trabajo de montarlas en la vía. Hemos acordado que los sherpas abran vía y ayuden en el montaje del C2, así que, con este plan, nos lanzaremos mañana a la batalla final. Sempi y Ramiro permanecerán en el CB recuperándose y atentos al progreso de los grupos.
Luego del almuerzo, partimos hacia el CBA, siguiendo el camino que ya lo había recorrido en innumerables ocasiones, sólo que esta vez estaba cubierto de nieve. Ya en las tiendas, comemos, nos hidratamos y nos disponemos a pasar la noche a 5.650 m de la mejor forma posible. Cofirmamos por radio, con nuestros amigos de C1 y del CB, que todos estamos bien, y continuamos con el plan.
En la mañana el 23 oímos, por el radio, que las dificultades en la vía sobre el C1 son mayores que las anteriores. Conforme al plan, tomamos nuestras mochilas pesadas y nos ecaminamos hacia arriba; en la primera parte usamos las cuerdas instaladas por los sherpas porque, para ahorrar cuerda, acordamos dejar una sola línea en la rampa de nieve, aunque estaban bien en la primera parte, terminaban en el C1 de ellos y luego había que hacer una travesía bastante expuesta y dificil en la parte alta hasta llegar al inicio de los pasos de roca. Sin muchos contratiempos, en cuatro horas, llegamos al campo. Edú y yo nos instalamos en la tienda de arriba, y Mary y Peter, en la inferior. Como ya lo han mencionado, este campo es algo increíble y expuesto; hay que andar con crampones y asegurado porque, cuando abres las puertas de la tienda, no hay piso, sólo vació; estamos a 6.200 m en una afilada arista y, por ambos lados, paredes casi verticales. Una vez instalados, retomamos las comunicaciones con el grupo uno y para ellos el trabajo ha sido durísimo; salieron a la arista y, al contrario de lo esperado, la pendiente es todavía mayor y los pasos de escalada mixtos ED continúan, uno tras otro, sin ninguna repisa o descanso.
– Atento, atento, Ossy, ¿me copias?
– Qué fue, negrito, te copio
- ¿Cómo van las cosas?, ¿Qué tal los sherpas?
– Mal, están bajando por las mismas. Dicen que está very dificult; no quieren abrir nada y solo dejaron la cuerda; ya están bajando.
Luego de una hora llegan los dos sherpas al C1 y nos cuentan que era muy difícil para ellos y que no podían hacer nada. ¡Qué increíble! Nuestros amigos siguen progresando donde los sherpas se retiran. Han detectado una rimaya al pie del pilar rocoso, que llamamos tres, que podría alcanzar para instalar una tienda. A las cuatro de la tarde, toman la decisión de bajar un tramo y montan el C2 a 6.450 m, rellenando la rimaya.
Conversamos entre todos y estamos preocupados porque sentimos que la cumbre nos queda todavía muy lejos; sólo se han progresado 300 m en todo el día de trabajo y escalada, y solo nos queda un día mas; tenemos 200 m más de cuerda para fijar, pero ya se han instalado 1.100 m; queda también una cuerda que nos han pasado los Peak Freaks de 8 mm x 60 m para encordarse en el tramo final. Nos vamos a descansar un poco derrotados porque las posibilidades para mañana son mínimas. El grupo uno arrancará a las 04h00 hacia arriba y, a las 08h00, decidiremos qué hacer, esperando que las dificultades, luego de unos 100 m, bajen y por fin encuentre la pendiente nevada de fácil progresión hasta la cumbre.
A pesar de la altura, nos organizamos bien con el Edú. Pasamos una buena noche. Cada dos horas, más o menos, vemos la hora y la temperatura cada vez más baja en el interior de la tienda. Llega a -10º C y luego el reloj ya no detecta valores más bajos, así que suponemos que llega a unos -13º C. Me siento muy feliz de estar en este campo, en mitad de una pared en el Himalaya, y en compañía del hijo de mi gran amigo Papi Lucho, con quien había vivido hermosas expediciones, cumbres y peligros en nuestro lejano Altar.
Al amanecer, escuchamos en los radios que las dificultades siguen. Luego de cuatro horas de escalada, las cosas no se ven fáciles. Hay que jugarse la última carta. Decidido: sólo Joshua y Ossy seguirán solos, sin fijar cuerdas, a intentar la cumbre. Lucho y Maco empezarán el descenso, y nosotros esperaremos hasta medio día para ver el progreso.
Al seguir el avance por los radios, vemos que es muy difícil la progresión y que tenemos que trabajar por el equipo y la seguridad de todos. Acordamos desmontar el C1 y empezar todo el trabajo de desalojo y limpieza de la montaña. Nuestra labor es levantar todos los campos y descender todo hasta al CB. Ossy y Joshua se quedarán la noche en el C2.
Con un poco de nostalgia, empezamos con bastante cuidado a desmontar las tiendas y a meter todo en nuestras mochilas que ya revientan; al medio día, empezamos a rapelar hacia abajo y, en unas tres horas, estamos en el CBA, donde nos encontramos con Sempi y Ramiro que subieron a desmontar este campo. Con mucha expectativa seguimos los pasos de nuestros amigos hacia la cumbre. La tarde y noche se vienen pronto; el peso de mi mochila me desestabiliza mucho en los acarreos de grandes piedras flojas y me tengo que concentrar para no caerme. Cuando el sol se oculta atrás del Kala patar, baja mucho la temperatura, y Edú abre su radio a las 17h00.
– Hola Joshua y Ossy, ya les veo desde el CB, ¡están muy cerca de la cumbre!
– Gracias Edu, no estábamos seguros de qué tan lejos estábamos.
– ¡Adelante!, sigan, sigan, no les queda mucho.
A las 17h15, festejamos con gritos, abrazos y lágrimas la llegada de nuestros amigos a la cumbre y de nosotros al CB. Nos quedamos en vela, junto al radio, acompañándoles a nuestros amigos en el duro descenso que les toma hasta la media noche.
¡Misión cumplida! Qué satisfacción y emoción estar presente en este momento, en unión de los amigos, cumpliendo el sueño de conquistar el Pumori en el Himalaya y de superar todas las dificultades que, sin duda, fueron mucho mayores a las previstas, según la información disponible.
Es increíble ver cómo una idea que propuse al Grupo luego de casi un año se hace realidad. Ha valido la pena la planificación, el entrenamiento, los gastos y los esfuerzos que hemos tenido que realizar todos. Doy gracias a Dios y a nuestra Lolita que nos han acompañado; a todos los amigos y familias que nos han apoyado sin dudar. A mi mujercita, Tesoro, que también debería estar aquí, le mando un “te quiero mucho y te amo”, y un agradecimiento especial, por su compresión y apoyo incondicional, a estas aventuras. A mis queridos hijos, muchas gracias por su compresión y apoyo.
Mauricio
Nuestra parte del trato y la otra también
23 de octubre
El amanecer se acerca. Hace unos minutos sonó el despertador y empezamos a movernos; un poco de líquido caliente y saldremos de la tienda. En el C1 no hay mucho por hacer, la tarea es mucho más arriba, sobre las últimas cuerdas fijadas en los días anteriores. Hemos acordado con la expedición de Peak Freaks que uniremos fuerzas para montar el C2. Quedan algunos largos por resolverse. Nuestra cuerda amenaza con acabarse y todavía hay mucho terreno por recorrer. La idea es subir temprano, fijar hasta donde nuestra cuerda se termine, y luego ser relevados por los sherpas de la otra expedición. Jumareamos lo fijado y, enseguida, comenzamos a escalar y fijar al mismo tiempo. Al fin, salimos a la arista sur y descubrimos que el otro lado de la montaña es igual de empinado. Malas noticias. Pues nada, apretar y seguir. Los sherpas se acercan y tenemos que cumplir con nuestra parte del trato. Estamos a 6.300 m, cansados, pero contentos. Hemos cumplido. Fijamos lo acordado y los sherpas han llegado con más cuerda para completar los 200 m que faltan para llegar al C2.
“I don´t think the members of my expedition are able to climb until this point, It´s too dificult…so I prefer you continue leading, I can belay you”. Esas fueron las palabras que a esa altura y con la idea de haber terminado nuestra tarea, nos tocó escuchar con mi pana Ossy. La verdad, nuestros amigos sufrieron un encogimiento de esfínteres. Lo aéreo del asunto les pasaba factura y, por primera vez, los locales nos miraban con respeto. Para nosotros esto provovaba una mezcla de orgullo y decepción. Y como siempre, allá arriba, había dos opciones: resignarse a volver o coger las cuerdas que habían traído y seguir fijándolas para intentar llegar al C2. Lo segundo pudo más.
Dejo la mochila en una estación, desenrollo la cuerda y le pido al sherpa que me asegure. Ossy se encarga de limpiar las líneas inferiores de seguros intermedios para que el resto del equipo pueda subir.
Unos largos más arriba me encuentro con un diedro de roca, limpio de presas, con una fina capa de hielo en el vértice, de esas secciones que le dan la graduación a la ruta. Primer martillazo y un tercio de la capa de hielo se me viene sobre el casco. ¡Gracias casco! Sin embargo, si se rompe el resto no habrá cómo escalar esa parte; al menos yo no lo podría hacer con botas, crampones, sobre 6.000 m, en un terreno completamente vertical. Definitivamente, más vale que la fina capa de hielo no se rompa o la expedición termina aquí, entre otras cosas. Me preocupa un poco que mi asegurador tiemble más que yo y que se le haya escapado un grito cuando caigo unos metros en el segundo intento de escalar el paso. Por otro lado, la cuerda coreana que nos une no ayuda mucho a la sicología. Preferiría una verdadera cuerda de montaña en estas situaciones. Pero es lo que hay.
Tercer intento, los crampones sacan chispas en el granito limpio, el hielo suena vacío por dentro y la posición es de lo más precaria. Escalo un par de metros. Ya no hay vuelta atrás. Bueno, cayéndose lo habría, pero es muy doloroso. Veo la salida. Subo delicadamente. Quisiera golpear más fuerte con mi piolet pero, si se rompe la superficie de medio metro de ancho y como 20cm de espesor, todo se viene abajo. Al fin, alcanzo una fisura de roca en la salida del diedro, empotro el puño y me digo: se puede ir todo abajo, pero de aquí no me suelto. Un par de pasos más con mucha concentración y salgo a una plataforma. Como premio encuentro un cacho de roca sólido para asegurar y muchas clavijas abandonadas. ¡Lo logré! Suben los sherpas por la cuerda que les he fijado y definitivamente “no lo ven claro”. Me dicen que dejan el equipo transportado y que se bajan. ¡Hagan lo que quieran!, por no poner otra frase.
El Ossy ha subido hasta el último punto y encontramos un buen sitio para plantar la tienda. Son las cuatro de la tarde. Hay que descansar que mañana atacamos la cumbre. Algo se acerca.
Hasta el próximo largo. ¡Salud!
Joshua
24 Octubre
Y asi es como empieza no sabemos como termina
Tratando de ganar un poco mas de tiempo despertamos 3:00 AM y empezamos el ritual de alistarnos para el ataque a la cumbre Marco, Luis, Joshua y yo nos movemos con lentitud debido a la altura y a la falta de espacio en la única tienda que pudimos montar en el c II (6450m) los reverberos Reactor están haciendo agua a todo motor, y ya estamos vestidos y tratando de poner toe warmers en las botas antes de salit a ponernos arnes para poder movermos alrededor de la tienda, son las 4:30 y ya estamos conectados a la cuerda fija que pusimos el dia anterior, primero Johua luego yo, luis y marco empezamos a subir por las cuerdas fijas, un momento mas tarde se acaban y empezamos el trabajo hasta ahora conocido largo tras largo protegiendo y fijando para avanzar, la madrugada esta muy fría y empezamos a sentir un frio intenso mientras esperamos a que el primero asegure las cuerdas una hora después estamos helados y la peor parte la llevan nuestros pies, para los que usamos toe warmers la primera vez se hace imposible mover los dedos para recuperar sensibilidad, como extranio mis botas viejitas, ya esta empezando a aclarar y la esperanza de que el sol nos caliente esta cada vez mas cercana, seguimos luchando entre arista y contrafuertes verticales fijando cuerda coreana (cabo fortex) ya que la cuerda buena se acabo el dia anterior, y llegamos a una parte de la arista plana suficiente para que los cuatro podamos descanzar, son las 7:30 y tenemos dos grandes problemas, el primero el frio es tan intenso que los cuatro estamos masajeándonos los pies frenéticamente y no podemos recuperar sencivilidad ya el sol brilla en pleno y su calor es minimo, el segundo problema es que en tres horas solo hemos avanzado 150m y ya estamos cansados por fijar cuerda, el suenio de la cumbre cada vez esta mas lejano. En los días anteriores conversamos con el líder de una expedición internacional “peak Freaks” y nos dijo una vez que cruzen la arista principal todo se hace mas fácil y la montania se hecha y es mucho mas fácil moverse. No sabemos de que montania estaba hablando de seguro no el Pumori, con mirar el terreno que esta adelante nos damos cuenta que proteger cada largo es mandatorio, llega el tiempo de decidir luego de una corta conversación Luis y marco deciden regresar y bajar hasta el CI para ver que pasa, están con mucho frio y empiezan el descenso, Joshua y Yo continuamos con la idea de llegar lo mas alto posible hasta la una de la tarde, y empezamos uno de los días mas largos de mi vida como montanero, largo tras largo seguimos enfilando otra vez hacia la arista principal esta vez del otro lado del que veníamos trabajando las semanas anteriores, cuanto tengo de cuerda, fin de seguro, sube, se vuelve la única conversación en las radios Motorola y como autómatas seguimos para arriba, cada largo es delicado u necesita de protección, por fin 11:30 de la mañana llego al final de los largos y logro llegar a la arista donde esperaba encontrar un sitio para descanzar sin tener que estar colgado de mi línea de vida y poder ver como la montana cambiaba y ahora si se ponía mas fácil, desagradable fue mi sorpresa al llegar y encontrarme con una cornisa que colgaba precaria y no permitia asegurar ya que todo el hielo estaba podrido y la continuación de esta arista estaba aun mas empinada y expuesta que lo que habíamos pasado, estoy cansado y desmoralizado le comento al Joshua muy sutilmente no va mas, a lo que el responde un larguito mas y le pido que pase esta vez de primero ya que por los últimos 6 esperaba este sitio y mi cabeza no esta bien, seguimos un largo mas y escucho las temidas palabras ya nanin te toca, por lo menos ya he recuperado sensibilidad en los pies y estoy medianamente caliente en el resto del cuerpo, continuamos por unos largos mas y llegamos a estar en la misma posición que antes 5 largos mas para llegar a otra arista, pero esta vez ya no esperábamos nada, se acabaron las esperanzas de sitios para descanzar sin estar colgado y se acabaron las esperanzas de que sea mas fácil después de eso. Ya es la 1:15 y llegamos al final de la ultima arista estamos casi al 6800 m y podemos ver un cacho de roca que sabemos esta cerca de la cumbre, envalentonados con este descubrimiento abanzo por unas pendientes de hielo nieve de unos 75 grados protegiendo con estacas y tornillos, horas antes hize un calculo mental y tenemos 6 tornillos y 4 estacas no es suficiente para bajar, tendremos que usar avalacov y eso toma tiempo, ahora ese es un recuerdo bago ya que con esta pendiente se que alguno de los dos tendrá que desescalar, “ojala no sea yo”. Son las 3:30 de la tarde estamos a 6950m en una rimaya colapsada y un buen sitio para descanzar veo como mi compañero sube cada vez mas lento, lo que no veo es que yo estoy en igualdad de condiciones, llegamos a la rimaya y joshua me dice si no me recupero nos regresamos desde aquí, siento una paz interior saber que ya podemos regresar, y siento como mi corazón me traiciona y dijo un larguito mas, de donde salieron estas palabras hasta ahora es un misterio, pero mi pana me dice ok abre vos y le damos unos largos mas, 100 metros mas arriba a paso de cliente seguimos con la brújula en la arista cimera, no recuerdo que pasaba por mi mente, pero recuerdo muy claramente escuchar la vos de Edu en la radio diciendo panitas ya están en la arista cimera denle nomas ya están cerca y después el resto de is hermanos animandonos y cantando fue como tomar una paquete completo de geles de energuia con te caliente y como si algo se hubiese hecho mas fácil y llevadero, es el calor de la amistad y el trabajo de corazón abierto en Equipo, 7100m y ahora vemos ante nosotros que la arista por fin pasa a ser un manto de nieve y es plano tal vez a eso se referían los últimos 15 min son casi planos jejejejejej. Pero no fáciles hay una grieta giganteszca 15 metros antes de la cumbre y la Lolita nos tenia el único puente para cruzarla, asi que sin mas son las 5:15 de la tarde el sol esta espectacular, grito el nombre de mi esposa y empiezo a llorar sin parar, caigo de rodillay y Joshua llega a mi lado y empiezo a llorar de nuevo nos abrazamos y tácitamente sabemos que la mitad esta hecha, la mitad fácil.
Un par de fotos una mirada para ver como el sol desaparece y la noche se acerca, 7 min después de pisar la cumbre del Pumori empezamos el descenso comunicamos por radio la llegada y no tenemos respuesta posiblemente por que estamos demasiado altos y no hay línea de vista 7165m, cruzamos la grieta y empezamos los rapeles de bajada, estoy un poco mejor que Joshua y eso sella mi destino, el rapela y yo desescalo “ya nada, es lo que hay” nos movemos con mucha rapidez y llegamos a la rimaya de 6950m donde ya hay oscuridad total, empiezo a calentar agua en el rebervero que llevamos y Joshua empieza a cambiarse de medias y calentar los pies para recuperar calor y fuerzas antes de empezar la lavor nuevamente pasan unos 30 minutos y con las nuevas armaduras para la noche pedimos por la radio a nuestros amigos orar juntos para descender hasta el CII. Desescalo por unos tres o cuatro largos mas, y noto como rápidamente mi situación es precaria en el ultimo largo es tiempo de rapelar los doas ya que la pendiente y el hielo son muy peligrosos para desescalar. Mis temores ahora están mas presentes que nunca, hay pasado casi 35 minutos desde que Joshua trata de hacer un avalacov y no puede ya que el hielo es poroso y de muy mala calidad, saco nuevamente mis cuentas 6 tornillos y 4 estacas, no es suficiente para llegar al CII mi mente empieza a acariciar la posibilidad de un vivac de emergencia, con un nuevo dia las cosas lucirán mejor, salgo de esta loca idea cuando empiezo a temblar y no siento nuevamente los pies, han pasado 40 minutos y Joshua me asegura con una estaca y empiezo a moverme, llego junto a el y noto que esta igual que yo con mucho frio y muy preocupado por sus pies, la idea del vivac se abandona de inmediato tenemos que bajar al CII como sea o no dejar de movernos para no tener consecuencias que lamentar, hemos comido y bebido todo el dia y somos muy prolijos en cuidarnos, pero ya estamos 17 horas trabajando y el cansancio pasa factura, desescalo un largo mas con mucho cuidado y empiezan a funcionar los avalacov solo alcanzo a agradecer y seguir bajando, los rapeles son largos solo 30 metros cada uno u muchos en diagonal, Joshua siempre rapelando primero y yo de ultimo recoguiendo cuerdas un acuerdo tacito entre amigos del alma, cada rapell sin saber que seguro usamos para el siguiente se queda la primera estaca y los primeros tornillos, las cuentas suguen sin cuadrar, empezamos una búsqueda y reciclaje de todo lo que hay en nuestro camino, estacas usadas incluso un piolet viejo que usamos para uno de los rapelles, y recuerdo las palabras de mi mujer, mi cuerpo puede agunatar lo que sea por 10 minutos, y asi divido las horas en periodos de 10 minutos y entre periodo y periodo me quejo y tiemblo del frio, y empieza el circulo nuevamente, llegamos a las cuerdas fijas y la euforia y adrenalina fluyen para ayudarnos no se como cuadraron las cuentas, nos sobra una estaca y esa es para colgarla en la pared de mi casa que feliz estoy el CII esta a 5 rapelles y todo esta fijo, son las 1:30 de la mañana y una visión angelical me recibe en el CII nuestra amiga Mary nos tiene te caliente y comida lista, Joshua ya esta calentando los pies y estamos a salvo, avisamos al CB que llegamos y en menos de 45 min estamos sumidos en un profundo solo interrumpido por calambres en musculos que no sabia existían. Eso es panitas y asi termina uno de los días mas hermosos de mi vida que fue culminado con una bella cumbre y un sentimiento que pocas personas experimentan, el de estar cuidado por un grupo de hermanos que con cada detalle hicieron posible esta aventura de vida, gracias a ellos de todo corazón “ eso el lo que hay y se agradece de corazón”.
Ossy
25 de Octubre bajando al CB
Descanzamos unas horas y empezamos a movernos esta vez con sol salimos del CII a las 9:00 am y pensamos estar llenos de energuias, grave error tres rapelles después de empezar con las mochilas pesadas llenas de pertrechos del CII nos damos cuenta que estamos exaustos y cada rappel es como un tormento al cuerpo ya agotado, solo paramos en el CI por unos momentos para darnos cuenta el trabajaso de nuestros amigos el dia enterior en desarmar estos campamentos en nuestra retirada, hora tras hora se suman y bajamos al ABC, un momento mas para respirar y por radio nos informan que hay dos personas que están subiendo para ayudar con nuestras mochilas de bajada, grata noticia y aun mas grato ver a Edu y un Sherpa pocos minutos después que nos sonreían y abrazaban para después cargar nuestras pesadas mochilas, 2:30 de la tarde reencuentro con todos los miembros de la expedición y nuestros cocineros, lo hemos logrado estamos en el CB, un suculento almuerzo y no me acuerdo mas……
Pocas veces en mi carrera montanera estado tan cansado y tan feliz de no tener que usar arnes mas, ha sido una de las escaladas mas exigentes de mi carrera montanera asi como la mas gratificante por muchos factores que los comentare en las reuniones de nuestro club. Gracias a todos ustedes que suguen nuestro blog y nos permiten compartir estas experiencias. Un Abrazo a todos.
ossy
Dia 26 Dejamos el campo Base. No puedo creer que han pasado casi 4 semanas en el Campo Base, a 5300mts y ahora que empezabamos a acostumbrarnos a la sazon nepali de nuestro cocinero Baburam, desmontamos todo rapidamente y tenemos una sola idea programada en la cabeza... Bajar, bajar, bajar. Levantamos el campamento, preparamos las mochilas y equipajes y a la voz de "vamos vagos" cruzamos el campo de piedras, remontamos la arista, y en menos de 30 minutos estamos de regreso a Gorak Shep. Asi como nos acostumbramos a la sazon de Baburam, nos acostumbramos a despertarnos con el espectaculo del Everest, Lhotse, Nuptse. Ahora lo vamos dejando todo atras, de cuando en cuando regresamos a ver para tomar una ultima foto del Pumori, la ultima foto del Nuptse, pero caminamos muy rapido y sin tregua. Primero porque el frio es muy intenso, y segundo porque nuestra jornada hasta pheriche promete de 5 a 6 horas de caminata intensa. El terreno sobre el que caminamos cambia rapidamente bajo nuestros pasos: primero morrena, luego piedras y mas piedras, depronto pisamos sobre algo parecido a un paramo, pero desertico, a todo esto el frio muerde, si en el campo base facilmente llegabamos a 4 bajo cero, pareceria que hoy hace mucho mas frio, debe ser el viento que nos parte los labios y nos enfria las manos. Rapidamente alcanzamos Lobuche, pero todas esas paradas que hicimos a la subida para tomar te, para hidratarnos, para comer algo, las pasamos de largo. Pues tenemos una sola idea programada en la cabeza... Bajar, bajar, bajar. Empezamos a cruzar de nuevo puentes y rios, los muslos duelen un poco por la bajada y conforme seguimos bajando va aumentando el numero de turistas. Ya nos habiamos olvidado que hay muchas personas caminando por estos parajes, la comercializacion de los trekkings hace nuevamente su aparicion y estamos rodeados de extrangeros que suben o bajan por los caminos que conectan pueblos y montanas. El clima se sigue enfriando y el paisaje se va nublando. Pero nuestros pulmones tambien se estan fortaleciendo. Luego de una larga jornada llegamos a Pheriche, descendemos de 5300mts del campo base a 4200mts en 6 horas. Hay te caliente, cama y cobijas luego de casi 4 semanas. Luego de instalarnos, ordenamos la cena y una botella de Whisky, ahora si con vaso y licor en las manos dejamos atras el campo base y todos juntos apuramos un trago largamente esperado. SALUD! CUMBRE EN EL PUMORI!
EDU
Larga jornada a Namche Bazar
27 octubre
Engañados por el intenso frío de la llegada a Pheriche, esa noche para la cena muchos de nosotros bajamos lo suficientemente arropados como para ser objeto de burla, el comedor del Himalayan lodge tenía una estufa que sofocaba el ambiente literalmente.
Es muy raro e incluso intolerable a ratos la compañía humana luego de tantos hermitaños, soportando frío, sol y viento en el campo base. Sin embargo es al mismo tiempo divertido ver en uno mismo ese proceso de principio a final, cuando se mira distante a otros grupos que recién están comenzando su viaje.
Llegábamos la tarde anterior a este sitio con cero y un grado bajo cero, que con la brisa vespertina y la velocidad de la caminata quizá bajaba algo más, primera noche bajo los 5000m, qué descanso la cabeza no duele más y los pulmones comienzan a recoger todo el aire posible, estamos a 4200m y comenzamos a recuperar fuerzas, el descanso es mejor y los chistes animan mucho al grupo.
Desayunamos y emprendemos camino a Namche Bazar, larga jornada que pasa por los poblados de Pangboche donde pasamos una noche a la subida y también por el recordado monasterio de Tengboche donde tuvieron su ceremonia de compromiso Lore y Edú.
Dejar atrás cada metro en la subida no solo es regresar lentamente a la realidad, pensar en las familias, los amigos y la vida cotidiana en Quito, es también procesar cada momento vivido, esperanza, sueño, intención y risa compartida… también cada ronquido y tos escuchada. La memora temporal es gigante y a veces se recuerda cada paso dado en la subida y hasta los sitios de descanso con sus recuerdos y chistes del momento.
Para este día hemos decidido no detenernos en algún tea house y seguir el camino a paso propio, detenernos donde nos agarre el hambre y lo hacemos en dos grupos, justo antes de llegar a Tengboche encuentro a Edú, Lucho y Sempi para picar algún resto de comida de marcha de la expedición, ya no tenemos agua pero enseguida habrá algún riachuelo donde rellenar las cantimploras, pasamos así casi una hora de pic-nic y seguimos el trayecto, comienza a caer la tarde y todavía falta bastante camino por recorrer, soy el último del grupo ya oscurece, hago una parada para tomar algo de agua, un chocolate y cambiar el gorro de sol por el de frìo y sacar la linterna, los últimos minutos antes de entrar a la hondonada de Namche la uso para ubicarme y llegar al nuevo lodge donde me esperan todos para la merienda, fue la última vista del Everest y la Cordillera del Himalaya en pleno, casi 8 horas de un largo recorrido, cansados pero felices comemos y nos reimos de otra dura jornada de la Expedición, pero ahora ya en pleno regreso.
RG
28 de Octubre
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El Grupo Ascensionismo del Colegio San Gabriel lleva 65 años de continua actividad montañera y como grupo a organizado expediciones a Los Alpes, Aconcagua, Mackinley en Alaska, Cordillera Blanca del Perú y Cordilleras de Bolivia y ahora nuestros objetivos nos llevan a la Cordillera del Himalaya en Nepal.
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6 comentarios:
Felicitaciones a todos y muy especiales para Ti Tesoro !!!
Diego Herrera
Queridos expedicionarios:
Muchas felicitaciones !!!
Nos han hecho emocionar al leer cada palabra y cada línea de sus narraciones. Hemos podido imaginar y casi sentir estar allí con ustedes...
Hemos leido desesperadamente y saboreado cada párrafo.
Nuevamente felicitaciones a todos, porque ha sido un trabajo muy duro, pero que a la final a dado un resultado: el GACSG ha alcanzado la cumbre del Pumori en el Himalaya.
Un fuerte abrazo para todos
Euqui y Hernán Reinoso
No hay como expresar lo que siento pero ahi va mi intento: mas que nada de ley feliciataciones y eso suena palabra no suficiente. Mas que nada Gracias! por un sueno que se logro entre tantos y que se puede compartir gracias a sus hermosas palabras. Al leer hay tantas emociones, me hacen reir, y aveces lagrimas de no se como explicar.
Un orgullo tan intenso de conocerles, montaneros que se quieren tanto, que representan lo que es ser montaneros de una manera tan perfecta. Tan profunda. Es humillante. Ser parte de esta familia GACSG es algo unico!
Estamos tan felices que esten sanos todos y les mando todo el carino expresable en letras. gracias! Lorgaron vivir un sueno que les segura brindando por el resto de sus vidas. eso es la verdadera aventura!
(es de lo mas maximo! ajajaja)
abrazotes a todos - Cristino
un abrazo gigante.. de verdad me conmueven con todas sus palabras....
dani
Que del puctas panas,, a lo bestia lo que han hecho. Transmite algo muy fuerte sus palabras, saber lo que vivieron allá nos hace viajar a todos. Ossy y Joshua, que duros, felicitaciones.
A todo el grupo un saludo, lo que han hecho es increíble. att
Rafael Soria
Enhorabuena a todo el equipo. Una gran hazaña, sin duda. Les quería preguntar si tienen más información acerca de la vía, o fotos de los pasos más complicados, pues en octubre vamos un grupo de españoles a intentar la cumbre por la misma arista. Nos sería de gran ayuda cualquier información que pudieran compartir con nosotros.
Gracias de antemano, y otra vez enhorabuena.
Un abrazo.
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